MOLINILLO
Situado a 1,5 km del pueblo hay una peña por donde se vierte el agua de dos arroyos formando una fabulosa cascada de unos 30 metros coronada por un molino harinero del S XVI. Desde aquí, podrás observar el Castillo de Hierro desde uno de sus perfiles más interesantes, además de unas preciosas vistas de la Sierra Norte de Cádiz.
Historia
Uno de los usos que ayudó al progreso en los trabajos en la agricultura fue el hidráulico, que aprovecha la energía producida por el movimiento del agua. Una de las construcciones más características relacionadas con este uso y que han jalonado todo nuestro paisaje en la Edad Media y Moderna son los molinos hidráulicos. Uno de los tipos más comunes es el molino de rueda horizontal o rodezno que se ubicaban en las riberas de los ríos y grandes arroyos –las ruedas también podían ser verticales, llamándose “vitruvianos”–. Estos consistían en conducir el agua, represada por una presa, mediante un canal hasta un edificio con dos niveles, en el inferior, a la altura del agua, se dirigía la corriente hacia el rodezno y este por el choque del cauce con las cucharas de la rueda se movía, accionando a su vez la rueda del piso superior que era donde se realizaba la molienda del cereal.
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En nuestra zona al no tener grandes caudales de agua, albergando tan solo manantiales y pequeños arroyos, no se podía construir un molino de rodezno como hemos descrito. A este se le incorporaba un cubo –depósito de bastante altura en forma de pozo– para dar más velocidad al chorro de agua que incide sobre el rodezno, denominándose así molinos de cubo. El agua se conduce desde el manantial o arroyo hasta esta estructura mediante un acueducto para que cree una fuerza potencial consecuencia del desnivel que tiene, realizándose así una caída de agua desde la parte alta hasta el rodezno del piso inferior.
Junto al “Acueducto de los Nacimientos” tenemos otro molino de cubo en nuestro pueblo, totalmente desconocido para la población, en concreto, estamos hablando del molino harinero que se encuentra coronando la cascada de la zona del Molinillo (de aquí su nombre).
En la cima de la cascada del molinillo tenemos los restos de un molino harinero del siglo XVI, esto lo sabemos gracias a una escritura de 1763 donde nos muestra como Juan Barrera Camacho, vecino de la villa de Pruna, recibe del duque de Arcos, y en su nombre, de Pedro Eloy Pisón, administrador de las rentas de la villa de Pruna, el arrendamiento y renta perpetua del molino harinero de pan que llaman de “Cañaeja”. Donde nos dice que está “a la entrada del hundidero, por bajo de la junta de los arroyos el Pilar y Marigallega”.
Tanto la toponimia del “Hundidero” como de “Marigayega” ha permanecido hasta la actualidad, ayudándonos esto a afirmar que es este molino. Además, nos dice su nombre por lo que nos permite buscar más información en documentación anterior, siendo el documento más antiguo donde se nombra en el que aparece este molino es la tasación de bienes libres que albergaba el duque de Arcos en la villa de Pruna en 1609.