Gracias a nuestra situación geográfica, la gran superficie de cultivo es el olivar de montaña, y al cuidadoso sistema de producción, conseguimos un aceite de oliva virgen extra con denominación de origen protegida, fruto de la extracción  por simple presión en frío con la acertada mezcla de nuestras magníficas variedades  “lechín”, “picual”, “hojiblanca”, “manzanilla” y “verdial”.

Nuestro aceite se distingue por su aroma afrutado fresco con matices a higuera verde y manzana con notas de amargor y picor de media intensidad, textura suave y característico color verde, sello de su origen. Aportando excelentes cualidades muy beneficiosas para la salud como su alto contenido en vitaminas A, D, E y K, en polifenoles y antioxidantes naturales.

Un aceite ideal para disfrutar en platos donde la calidad de éste tenga un papel protagonista.

Una de las patatas fritas más famosas y sabrosas hechas en Andalucía con todo el proceso artesanal y natural, adherida a Sabores de la provincia de Sevilla.

Una ganadería familiar poco convencional que se diferencia de las elaboraciones masivas del cerdo ibérico, unido a la pasión por obtener jamón y embutidos 100% ibéricos ecológicos y la conservación de nuestro entorno y sus raíces.

Controlando con mimo cada uno de los pasos en el proceso de elaboración se consigue los auténticos y casi olvidados sabores de antaño. Sin sustancias añadidas, sin prisas: sólo paciencia, naturaleza y saber hacer.

Pastoreo sostenible, respeto al ganado alimentado solo con  alimentos naturales producidos en la finca, producción limitada, máxima biodiversidad  y montanera ecológica.

Proyecto familiar que apuesta por cepas cultivadas en agricultura y con procedimientos ecológicos para la elaboración de sus vinos cuya vendimia es manual y nocturna para que la uva llegue a la bodega en las condiciones óptimas para su fermentación.

El vino se elabora con tres variedades de uva: petit verdot, syrah y tintilla de Rota. Se fermentan  las tres uvas por separado a temperatura controlada  y tras todo el proceso de elaboración el vino se embotella sin filtrar ni clarificar.

Con ello se consigue un tinto joven y afrutado (etiqueta roja) con un característico rojo rubí de intensidad media con aromas a fruta negra con notas florales, lácticas y toque balsámico. Y un vino crianza (etiqueta blanca) que en nariz destaca los aromas a fruta negra con notas de laurel, cacao y algo balsámico y en boca acidez y notas ahumadas.